Salón amplio de tonos blancos con vigas de acero a la vista y techo en arco. Sofá chaise longue y posa pies de color blanco. Grandes ventanales con mucha entrada de luz. Parquet de madera blanco.
El estilo industrial en decoración se caracteriza por usar colores apagados, grises y marrones en lugares amplios manifestando los componentes estructurales al desnudo y utiliza muebles elaborados en materiales nobles, reutilizados y sin estridencias. Sus piezas primordiales son los tabiques de ladrillo, las vigas y pilares a la vista y suelos y techos de cemento. La funcionalidad fue el primer paso hacia este nuevo estilo que germinó en la ciudad de Nueva York en en la década de los 50. Los metales como el aluminio, el acero y el hierro brillan por estar presentes la mayoría de veces en espacios industriales. La iluminación más utilizada del estilo industrial es el de lámparas colgantes sencillas que tantos recuerdos nos traen de las fábricas de antaño. Los salones son uno de los lugares de nuestro hogar donde pasamos más tiempo y donde intentamos relajarnos y pasar un buen rato. Además, es el sitio donde estaremos con nuestros invitados en caso de que tengamos visita y nuestro objetivo será causarles una buena impresión y que se sientan cómodos y a gusto con nosotros. Lo normal es que nuestro salón cuente con sofás y/o butacas, una mesa de una altura baja y un televisor. A parte de estos elementos es importante que utilicemos otros elementos decorativos como cuadros, alfombras, espejos y lámparas.
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