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Recibidor rústico con sofá de piel y paredes combinadas de madera y papel pintado con motivos vintage. Escalera de madera y techos blancos con focos empotrados. Tarima de madera de roble.
 
La finalidad del estilo rústico en interiorismo es lograr una atmósfera desenfadada, jovial y tradicional, muy centrado en la naturaleza. El estilo rústico emerge en zonas alejadas de la ciudad e añade colores cálidos y materiales de la propia naturaleza. Este es el look típico de las casas rurales que, a pesar de haber migrado a grandes ciudades, queremos llevar con nosotros. Las tonalidades comunes del estilo rústico son de tipo cálido y neutro. Abundan los colores arena, piedra, beige y tierra, típicos colores de elementos inorgánicos de la naturaleza, gracias a que en el campo todo se construye con los materiales alcanzables en zonas próximas a nuestro hogar. Los colores a los que hacemos referencia pueden ser usados tanto en mobiliario, como en paredes, suelos y complementos.

 

El hall es lo primero que hallamos cuando entramos en una vivienda, acogiendo a a los visitantes. Si bien no suele ser muy grande, es el lugar más visible del domicilio y su carta de presentación. Además, es allí donde se llevan a cabo los preparativos para entrar o salir del domicilio, como ponerse el calzado o coger las llaves.