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Dormitorio vintage con ladrillo visto y suelo de microcemento. Lámpara de suelo flexo gigante y bicicleta colgada en la pared de forma decorativa. Cama de forma circular y lámpara colgante de tipo industrial. Predominio de colores grises.

El estilo industrial en decoración se singulariza por utilizar colores apagados, grises y marrones en zonas amplias presentando los elementos de estructura al desnudo y hace uso de muebles hechos en materiales nobles, reutilizados y sin estridencias. Sus principales elementos son los tabiques de ladrillo, las vigas y pilares a la vista y suelos y techos de hormigón. El primer paso hacia este nuevo estilo fue la funcionalidad que brotó en la ciudad de Nueva York en la década de los años 50. Los metales como el aluminio, el acero y el hierro resaltan por encontrarse siempre en espacios de decoración industrial. La iluminación más presente del estilo industrial es el de lámparas colgantes sencillas que tantos recuerdos nos traen de las fábricas de antaño.

Los dormitorios son el lugar en donde descansamos y donde, asiduamente, nos encontramos por la noche. Es por ello que se rigen por modelos diferentes que el resto de estancias en las que pasamos tiempo durante el día o donde recibimos a nuestros visitantes. No es indispensable que la habitación tenga tanta luz natural como otros cuartos y si vivimos en una gran urbe, puede ser más valioso que comunique con el patio interior para evitar el ruido y tener un sueño más plácido.

La luz artificial en la habitación es básica ya que es mejor que no sea demasiado viva y debemos eludir que apunte hacia la cama para que no nos deslumbre demasiado al levantarnos. Las lámparas de noche darán un gran provecho, fundamentalmente si dormimos con nuestra pareja.

Un aspecto más a estimar son las cortinas, que además de vestir la habitación deben ser adecuadamente opacas para que la luz de fuera no entre demasiado.