Amplio dormitorio doble con luz cenital y baño en suite abierto. Techos en blanco y paredes revestidas en ladrillo blanco y paneles de madera en wengue. Suelo de parquet en roble miel. Iluminación mediante focos led en paredes y techos. Estructura de cama a conjunto con las paredes. Mesas de noche y aparador para la televisión de estilo clásico en madera oscura. Ropa de cama en beige. Cuarto de baño en suite y abierto hacia la habitación. Paredes y suelos en baldosa de mármol beige.
Los dormitorios son el sitio en el que descansamos y donde, normalmente, nos encontramos por la noche. Es por ello que se rigen por modelos distintos que otras estancias donde pasamos tiempo de día o donde recibimos a nuestros huéspedes. No es irremediable que la habitación tenga tanta luz natural como otras estancias y si vivimos en una gran urbe, puede ser más interesante que comunique con el patio interior para evitar el ruido y estar más tranquilos durante la noche.
La iluminación artificial en la habitación es elemental ya que no debe ser demasiado viva y debemos evitar que dirija hacia la cama para que no nos deslumbre demasiado al despertarnos. Las lámparas de noche serán una gran ventaja, principalmente si dormimos con nuestra pareja.
Un asunto más a estimar son las cortinas, que además de vestir el dormitorio deben ser adecuadamente opacas para que la luz del exterior no penetre en exceso.
El estilo moderno en decoración es aquél que utiliza líneas, formas y elementos del final del siglo XX y principios del XXI. Utiliza nuevos materiales industriales como el hormigón visto, acero laminado y vidrio plano entre otros creando líneas más rectas y figuras de mayor simpleza. En espacios interiores prevalecen los espacios diáfanos y la mayor luminosidad.
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