En un post anterior ya estuvimos hablando de las cosas a tener en cuenta a la hora de reformar el baño, pero nos quedó pendiente hablar, entre otras cosas, de los revestimientos, así que vamos a ello.
Ahora hay infinidad de materiales para revestir las paredes de los baños y que llegues a una tienda de revestimientos a elegir uno y salgas hecho un lío es lo más normal. Nuestro consejo es que vayas con las ideas un poco claras antes de ir a hacer la visita a la tienda.
Se puede empezar por tener claro el color. Éste queda un poco definido por el estilo del baño y por la ubicación y estilo general de la vivienda. En un baño de una casa en el campo nosotras nos decantaríamos por una paleta de verdes, naranjas, grises o marrones. Sin embargo, en un baño de una vivienda al lado del mar su paleta sería de azules, verdes, turquesas o amarillos. Los baños en las ciudades tienen un abanico más abierto y en este caso es quizá más importante el estilo general de la vivienda y los gustos personales de la persona que la ocupa que su ubicación. Podríamos decir que en las ciudades casi todo vale.
Un baño blanco es un «caballo ganador» queda bien en todos los ambientes, da luz y agranda el espacio (visualmente) en los baños pequeños y sin luz natural, pero al elegir el blanco no arriesgas y dotar a un baño blanco de personalidad no es sencillo.
Si nos cuesta atrevernos con los colores podemos optar por elegir sólo una pared para darle el color.
O como en este caso que lo que han hecho es dar el color en la ducha, un color llamativo y fuerte, y dejar el resto blanco.
Revestir las paredes con colores neutros y elegir el lavabo de un color muy llamativo es también una buena manera de jugar con el color y dotar al baño de personalidad.
O simplemente optar por complementos en colores brillantes que en cualquier momento puedes cambiar.
El paso siguiente es elegir el revestimiento. Lo más importante que se debe saber y por generalizar es que las zonas húmedas hay que revestirlas de materiales impermeables, es decir la ducha y/o bañera. Para el resto puedes utilizar cualquier material aunque no sea impermeable, pintura o papel, por ejemplo. Es verdad que cuando se generaliza siempre te dejas cosas en el tintero y es verdad que el uso que se le dé al baño, la ventilación y/o las personas que lo usen influyen también en la decisión de que, aunque «se pueda», en esos casos concretos es mejor utilizar un revestimiento impermeable para todo. Si os decantáis por un revestimiento cerámico tener en cuenta que cuanta más junta haya y más marcada más pequeño parecerá el espacio.
Aquí se ha optado por un revestimiento pequeño en blanco, muy retro y que ahora está muy de moda para las paredes y lo han combinado con un hidráulico en el suelo.
En este baño la estrella es el suelo. Han arriesgado haciendo una combinación de azules con neutros que ha quedado espectacular. Al darle tanta importancia al suelo las paredes pasan a un segundo plano y para ello han usado el blanco.
Otra opción es darle protagonismo a una de las paredes. En este caso han elegido un revestimiento inspirado en el pavimento hidráulico. Esta es una buena idea para cambiar la percepción del espacio ya que esta pared, por su colorido y lineas se aprecia mucho más cercana y puede hacer que un baño muy rectangular parezca más cuadrado.
Destacar un espacio dentro del baño es otra forma de darle originalidad. Como podéis ver el revestimiento hidráulico está muy de moda y combinándolo con lisos queda fabuloso.
La piedra natural es otro de los materiales que encontramos en el mercado. Ésta que veis es una pizarra. Es la que más se suele usar en los baños por su resistencia a la humedad.
Tener un baño con esta maravillosa pared es una suerte. Esto no se busca en las tiendas, se encuentra en la casa y en la mayoría de los casos es un tesoro que dota a la estancia de una gran personalidad.
La madera es un recurso que a nosotras nos encanta. Se puede hacer perfectamente con maderas específicas y tratadas. Los inconvenientes son el mantenimiento y su elevado coste, pero para quien le guste compensa.
Este es un ejemplo de alicatar la ducha y pintar el resto. En este caso han elegido el mismo revestimiento para el suelo, una buena opción para no mezclar demasiados revestimientos en un sitio pequeño y al mismo tiempo darle protagonismo. La idea de no alicatar todo el baño es hacerlo más acogedor, ya no parece tanto un baño.
El gresite es otra opción y hay muchas posibilidades que se salen de lo convencional.
Y el cemento, un revestimiento continuo con el que nos olvidamos de las juntas y da un aspecto moderno e industrial.
En éste la elección ha sido de canto rodado en el suelo y paredes en cemento.
Elegir revestir una pared de espejo dará más amplitud y luminosidad.
Para terminar deciros que si estáis pensando en reformar el baño y no queréis hacer mucha obra, ahora hay revestimientos de poco espesor que podéis colocar encima de lo que ya tenéis e incluso hay unas masillas especiales que se ponen encima del revestimiento existente para luego pintar.
¿Sabéis ya que revestimiento elegir para vuestro baño?
¡Esperamos haberos ayudado!
Visto en 79ideas, achados de decoraçao, allyoursites, automatism, casa tres chic, contemporist, diario design, elisabeth eier, kulunka deco, solid frog, style&chic low cost, the stylefiles.
Autoras Idehadas
www.idehadas.es