En estos meses de frío mucha gente deja olvidadas sus terrazas, porches y balcones. Esto nos lleva a la gran pregunta, que casi todos nos hemos hecho alguna vez, ¿cerrarlos o no cerrarlos?.
Para responder a esto primero tendréis que haceros una serie de preguntas: ¿Mi clima impide el uso de mi terraza?, ¿necesito más espacio en la habitación anexa a mi terraza?, ¿necesito más espacio en mi salón cuando vienen invitados?, ¿Es agradable asomarse a mi terraza y estar en ella, o da a una calle o zona que no me aporta nada?, etc… aunque todas estas preguntas se pueden resolver en una sola ¿Qué uso le doy a mi terraza?
Cerrar ese espacio semiexterior de tu vivienda puede ser muy beneficioso, sobretodo teniendo en cuenta que con el cerramiento adecuado éste podrá abrirse totalmente en el momento que lo necesites.
Hay dos formas principales de cerrar estos espacios; un doble cerramiento dejando el cerramiento que ya tenéis y añadiendo otro exterior a nivel de fachada o eliminando el cerramiento existente y dejando solo el exterior, esta última opción es la idónea si lo que necesitas es añadir metros a alguna de las habitaciones y la que yo aconsejaría si tu terraza, porche o balcón es de dimensiones muy reducidas.
En el caso de decidir dejar un doble cerramiento deberíais plantearos cambiar también el existente para conseguir una gran pared vidriada que se cierre con puertas correderas o plegables (éstas ocuparán más cuando estén abiertas), esto os permitirá unir los dos espacios en uno cuando sea necesario.